Capítulo 49: Adiós, viejo amigo, Adiós...

-Chicos! Estoy tan felíz por ustedes! -dijo Marie abrazandonos.-

-¡Felicidades!-dijo Joan

-Gracias, chicas-dije.-

Entonces los seis empezarían a hablar con mucha emoción acerca de la futura visita a Hamburgo, y yo estaba en un rincón pensando en si cuando llegaramos Stuart estaría ya casado con Astrid, vaya! Como lo envidiaba...estaba tan enamorado de Astrid como yo de Stella, pero el habia tenido mejor suerte, pues Astrid le correspondía, Stella ni siquiera soportaba verme...bueno eso creía yo.

-George, puedo sentarme aquí?-dijo la dulce mirada de Marie.-

-Oh si, Marie, por supuesto-dije haciendo un espacio para que se pudiera sentar.-

-George, creo que es necesario que hablemos-dijo Marie seria.-

-Yo no he matado a nadie-dije bromeando, tratando de robarle una sonrisa. No funciono.- muy bien, te escucho.-

-Es acerca de tu comportamiento, George, no solo yo he notado que estos ultimos meses has estado mas distante de nosotros...y creo saber la razón ¿es Ellie cierto?-dijo ella con una mirada de ahh! Lastima odiaba la lastima, y mas si venia de los ojos de amigos, como lo era Marie.-

-No es nada, Marie, ya todo estara bien, enserio estoy tratando de olvidarla-dije desviando mi mirada de ella, no queria que descubriera que estaba mintiendo.-

-Patrañas, sabes que no es verdad, pero Geo -oh si, viene el sermón de Mamá Marie, solo me decia “Geo” cuando quería reprenderme, era como mi tercera madre, pues la segunda era mi querida hermana Louise.- sé que la extrañas. ¡Todos la extrañamos! Pero pronto estaremos con ella en Londres y todo mejorará ya veras!, por ahora tienes que concentrarte en la banda y en tratar de ser la mejor banda de rock n' roll del mundo-dijo Marie, para despues darme un abrazo.- y nunca olvides que yo siempre, SIEMPRE, estare para ti.-

-Gracias, Marie, no sé que haria sin ti-dije, y de repente escuche un ataque de tos fingido.-

-¿Interrumpo algo?-dijo Paul tratando de disimular sus celos, pues los brazos de su novia aún seguían a mi alrededor.-

-No, cariño, por supuesto que no!-dijo Marie para despues ir y abrazarlo a el.-

-Será mejor que descansen, chicos, que mañana sera un día muy largo-dijo Brian para despedirse de nosotros y decirnos a que hora Neil nos estaría esperando para ir a Hamburgo.

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-Ya tienes todo listo, Ringo?-dije, porque mi gracioso amigo, era un olvidadizo de lo peor.-

-vaciló.- Supongo... si...si...SI! Si George, tengo todo listo-dijo sonriendome.-

-Y eres el mayor de todos.-dije sarcasticamente.-

-Mira a Lennon, es el líder y me sigue en edad-dijo riendo mientras obserbavamos como le decía a Paul que le diera un beso...si, trabajaba con unos genios.-

-¿Todo listo, corazones? Llevan sus abrigos y sus instrumentos?, no quiero que se vayan a enfermar!-dijo Lennon con su tono afeminado de siempre.-

-Si, vamonos ya, que se hace tarde-dijo Paul apresurado.-

Era la fría mañana del 11 de Abril de 1962. No nos podía ir mejor, estabamos en la tercera gira por Hamburgo, aunque parecía que fuera la segunda vez que estabamos allí, y nuestro single de “Love Me Do” había estado recibiendo cada vez más buenas críticas.

Fue un viaje largo, nadie hablo mucho, pero nadie hablo poco. Nos concentrabamos en un tema de conversación por unos minutos y después nos olvidabamos de él y cada quién iba sumido en sus pensamientos. Los míos estaban en Londres, y pude ver que los de Ringo también, aquella chica, Natalie, realmente le agradaba pero no hablabla mucho de ella, y ahora era muy raro que la mencionara, Lennon iba muy bien posicionado en el hombro de Joan, mientras le susurraba frases de amor -pues el sonrojo de Joan solo se podía deber a eso.- y Marie iba acariciando suavemente la cabeza de Paul, que estaba recargada en su regazo, mientras el iba durmiendo plácidamente.-

-Marie se sonrojo.- No me veas así, George!-dijo

-reí.- esque son muy lindos-dije sonriendo

-Hey! Tambien Joan y yo somos lindos-dijo Lennon renegando.-

-Si, John, tambien tu y Joan son lindos-dije guiñandole un ojo a Joan.-

-Ya dejen de pelear, que los únicos lindos aquí son Paul y John-dijo Neil bromeando.-

-Concuerdo con Neil-dijo Brian, haciendo que todos rieramos.-

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Llegamos al aeropuerto de Hamburgo alrededor de las once de la mañana, estabamos muy emocionados por todo, y ansiabamos ver a Stu, para decirle todo lo que había pasado en el tiempo que no lo habiamos visto.

Pero lo buscamos...y volvimos a buscar...no lo encontrabamos, hasta que Paul pudo visualizar la figura esbelta de Astrid.

-¡Astrid!-dijo Paul emocionado.- que bueno que te encontramos!, ¿donde esta Stu?

Pero Astrid no podía ni hablar... tenía los ojos muy rojos, era visible que había estado llorando desde hace horas.

-Él...no...no pudo...venir...el ...murió ayer...en la ambulancia-dijo soltandose a llorar, una vez más.-

Por un momento...sentí que nadie en el aeropuerto habló, estabamos completamente helados...no podía ser cierto! NO! Stuart...estaba bien! Lo habíamos

comprobado por sus cartas...tenía que estar bromeando.

-Tienes que estar bromeando-dijo John serio.

-Desearía estar haciendolo-dijo Astrid con la voz entrecortada.- ¿Que voy a hacer sin el, John? Dime! ¿que voy a hacer sin MI Stuart?...era mi todo....no tengo nada...-

-Tienes que continuar! Y seguir adelante, demostra que puedes seguir respirando aún sin su presencia!-dijo John muy alterado...yendose directamente a la bar del aeropuerto, pude ver como claramente pidió un whisky en las rocas, su bebida favorita estos días, se lo tomo como si fuera agua, y volvió a pedir otro, trato de disimular las lágrimas que caían sobre sus mejillas, pero era imposible, Joan trato de ir a consolarlo, pero esto fue inútil. John era muy orgulloso, todos lo sabíamos, odiaba que lo vieran llorar, no le gustaba ser débil y siempre escondía su dolor detrás del alcohol y su sentido del humor, nunca dejaba de sonreír y bromear, por que si lo hiciera...se tumbaría a llorar cuál niño pequeño.

Astrid estaba inconsolable, todos le dimos el pésame, y la abrazamos fuertemente, todo fue aún más triste al descubrir que no llego a casarse con Stuart, solo estaban comprometidos.

Stuart murió el 10 de Abril de 1962, en la ambulancia que lo llevaba al hospital, de una hemorragia cerebral, tenía apenas 21 años, era el primero de su clase y un artista sumamente talentoso. La causa de su hemorragia, fue aquél golpe que se dio en la cabeza, en nuestros tiempos de Hamburgo cuando tuvimos un altercado con unos imbéciles, esto le causo frecuentes dolores de cabeza, que nunca se fue a revisar.... nunca conocí a alguien tan vivaz, tan talentoso y de buen corazón como lo fue Stuart Sutcliffe, fue una de las mejores personas que conocí, un gran amigo y compañero, también fue el primero de mis conocidos en fallecer, algo que cambiaría la concepción que yo tenía de la vida hasta entonces me di cuenta que la vida es tan frágil como una gota, en una hoja de loto. Me dolía profundamente su muerte...derrame muchas lágrimas, teniendo en cuenta que nunca...nunca olvidaría quien fue Stuart Sutcliffe, un gran amigo y compañero.

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Astrid nos invito a su casa, la que compartió con Stuart, todos estabamos sumamente dolidos y sorprendidos, nadie dijo nada durante el trayecto a su casa.

-As..As..Astrid, te molestaria enseñarme el lugar en donde Stu solía pintar?-dijo John con una voz entrecortada.-

-Por supuesto-dijo Astrid, secandose las lágrimas, Paul y yo los seguimos, los démas se quedaron en la sala de estar.-

Llegamos al estudio que pertenecía a Stu, era un lugar amplio y muy iluminado, se podía apreciar las pinturas que dejo, algunas terminadas, algunas no. John se sento en una silla y miro hacia ningún lugar, yo lo imite sin darme cuenta, entonces Astrid dijo que si podria tomarnos algunas fotografías en aquél lugar, al parecer le parecio algo maravilloso nuestras expresiones, nos tomo unas cuantas...era algo mágico, se podian ver como en los ojos de John, las lágrimas estaban a punto de salir.

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El cuerpo de Stu, fue llevado hasta Inglaterra, y entregado a su familia, pero a Astrid le quedo lo más importante de él: un pedazo de su alma.

Todos comimos en silencio, de vez en cuando, alguien citaba alguna anécdota de Stuart, puesto que -podrán llamarme loco.- pero su presencia se sentía en el aire.

-Por Stuart-dijo Brian levantando su copa de vino.-

-Por Stuart-dijimos todos al unísono.-

-No hay que dejar que su recuerdo muera...jamás, me oyeron? JAMAS! Stu...vivirá por siempre y para siempre en nuestro corazón-dijo John entre lágrimas.

-Así es, John, de eso no hay duda.- dijo Paul

-Stuart...te queremos-dijo Marie llorando.

-Así es, viejo amigo, Adiós....sé libre-dije con un nudo en la garganta.

La muerte nunca era algo bueno, siempre conllevaba muchas lágrimas, y lamentos, lo había vivido con mi abuela, aún así, la muerte de Stu me impacto demasiado, pero yo estaba tranquilo, porque el tiempo en que había convivido con él, siempre lo trate como un gran amigo, además ahora era completamente libre, eso era lo importante, aunque quizá el no halla querido dejar a Astrid, se fue y ahora... no regresara, pero como John dijo aquella tarde “Stuart vivirá por siempre en nuestros corazones” y siempre lo hizo. Jamas lo olvidamos.

Hasta luego, viejo amigo, nos veremos pronto.

Hasta luego...

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Hola! :D hoho :B ya es el capítulo 49 :DD OMFG! & ahh me dolio mucho escribir este capítulo, la muerte de Stuart... </3 mañana subiré el cap. 50! pero DD: estaré muy atareada porque mañana salgo de viaje pero bueno! gracias por sus comentarios C: nos estamos leyendo!