-Ellie! Ellie! Ellie! STELLA!! –decía histéricamente Tom mientras
yo estaba tirada en el piso.-
-Calla, hombre, que estoy bien-dije
mientras me paraba, pero me quise volver a caer, afortunadamente Tom estaba
allí para sostenerme.-
-Niña, me has dado un buen susto…¿Qué
sucedió?-dijo Tom evidentemente preocupado.-
-Supongo que son los nervios, Tom-dije
sentándome como pude en una silla.-
-No importa, quiero que te vayas a
hacer un examen de rutina, no quiero que en plena exposición te desmayes…no
apoyaría a tu reputación-dijo Tom
-Bien, bien, no es necesario pero
bueno…-dije de mala gana, entonces pregunte tímidamente.- ¿No sabes cuando
regresa Blake?
-No, no me han llegado noticias de él,
excepto una carta que envío hace medio mes, pero son cosas de trabajo…de seguro
vendrá una semana o dos, antes de su exposición que es casi en año nuevo…¿te
agrada, cierto?-dijo Tom un poco tímido por lo ultimo.-
-me sonroje.- CLARO QUE NO! Simplemente era curiosidad…-para evadir el
tema.- ahora si me disculpas tengo que terminar algunos asuntos.-
-Excusas necesita la muerte-le dedique
una mirada asesina, por su marcado sarcasmo.- pero bueno, sigue trabajando
duro-y se fue.
Blake no me importaba para nada…me
daba igual lo que hiciera o dejara de hacer.
Era un idiota como casi todos…no había
nada que lo hiciera especial.
Bueno…quizá sus hermosos ojos azules, o
su silueta tan misteriosa y su suave cabello negro y ¡BASTA!
Como decía…ignorando lo anterior, no
había nada que lo hiciera especial.
---
-¿Mama? Estas aquí?-dije mientras
abría la puerta de la casa de mis padres.
-En la cocina, Ellie-dijo mi madre.
-Tengo una noticia que te hará rebozar
de felicidad-decía mientras entraba en la cocina hasta que vi, que había un
señor que acompañaba a mi madre…y obviamente no era mi padre.- Oh, Buenas
tardes.
-Buenas tardes-dijo el Extraño señor
mientras sonreía, era extraño…porque esa sonrisa me recordaba a alguien y no
podía recordar a quien.
El señor extraño, tenia el cabello
negro, con unas canas visibles, por la edad obviamente. Vestía de una playera
sencilla y unos pantalones iguales. Entonces note en algo…muy familiar…sus
ojos…eran de un café muy oscuro.
-Ellie, este es el Sr. Harrison, el
papá de George-dijo mi madre muy sonriente.-
-Mucho gusto, Ellie, he escuchado
mucho de ti-dijo mientras estrechaba mi mano.- Harold Harrison, a tus
ordenes.-dijo el Sr. Harrison mientras me daba una sonrisa, entonces recordé
porque su sonrisa me parecía tan familiar, era casi igual a la del enano.-
-Mucho gusto, señor-dije mientras
también le sonreía y me preguntaba que hacia en mi casa.-
-El Sr. Harrison-dijo mi madre como
leyendo mi mente.- vino a dejarme unas cosas que Louise, tan dulcemente me ha
mandado.-
-Vine por un asunto, y mi esposa
insistió en que se las trajera, Sra. Roberts-dijo el Sr. Harrison
-Oh, pues dígale que muchas gracias, y
por favor llámeme Rose-dijo mi madre.-
-Bueno, Rose, mi misión ha sido
completada, me tengo que ir ahora-dijo el Sr. Harrison caminando hacia la
puerta pero mi madre lo detuvo.-
-Oh, por favor, Harold déjame
invitarte a comer, después de las molestias que te he causado, es lo menos que
puedo hacer-dijo mi madre
-No lo sé…es tarde ya-dijo el Sr.
Harrison, pero al ver que mi madre ponía una cara parecida a la de decepción,
acepto.
Allí estábamos los tres, apunto de
comenzar a comer, cuando el teléfono sonó y mi madre lo contesto.
-¿Ahora?-dijo mirándonos.- Bien-colgó
de mala gana.- Hija, el Sr. Wilson me ha hablado para tratar no sé que asunto,
y es urgente, así que tendré que salir… pero por favor hazle compañía al Sr.
Harrison, volveré antes de que terminen de comer, discúlpeme Harold-dijo mi
madre avergonzada.-
-No se preocupe, Rose, vaya sin
cuidado-dijo el Sr. Harrison.-
-Muy bien, regreso pronto-dijo mi
madre mientras se ponía un abrigo y salía.-
Y entonces me quede sola con el Sr.
Harrison. Comenzamos a comer, y ninguno de los dos dijo nada, hasta que el Sr.
Harrison se canso del silencio y comenzó a hablar…
-George me ha dicho mucho de ti,
Ellie-dijo el Sr. Harrison tomando su sopa.-
-Oh-me sonroje ligeramente.- y ¿Qué le
ha dicho? Espero nada malo…-dije sonriendo, tratando de ocultar mi rubor.-
-Por supuesto que no, me ha dicho que
eres una excelente pintora y lo he podido comprobar-dijo el Sr. Harrison
sonriendo, al parecer había visto George’s Eyes.-
-Oh, me alegro que le haya gustado el
dibujo-dije aun con mi sonrojo.-
-Es muy bonito, trabajas ahora en una
galería según me ha dicho-
-Así es, de echo, mi primera
exposición será en dos semanas-dije orgullosa
-Me alegro, te deseo mucha suerte.
Y no volvió a decirme nada… el Sr.
Harrison, curiosamente se parecía en muchos aspectos a su hijo menor, era igual
de callado, pero muy observador, ese silencio…sentía que me mataba,
afortunadamente –y tal como había dicho.- antes de terminar de comer, mi madre
regreso.
-Bueno, Rose ha estado delicioso,
gracias…ahora me tengo que ir-dijo el Sr. Harrison
-Me alegra que te haya gustado, te
acompaño a la puerta-dijo mi madre
-Oh no, por favor, yo se donde esta-
-Bueno…Ellie acompaña al Sr. Harrison,
por favor-dijo mi madre y la obedecí.
-Hasta luego Sr. Harrison, salúdeme a
su hijo-dije un poco avergonzada.-
-Lo hare, Ellie, mi hijo te aprecia
mucho-me miro como si los dos supiéramos algo que los demás no.- se sentirá
feliz de saber que tu exposición será pronto…hasta luego, querida-dijo mientras me dedicaba una ultima sonrisa y se
marchaba. Y mientras caminaba pude oír claramente como el Sr. Decía “el pequeño
no tiene mal gusto, sin duda alguna” pero lo decía como hablando para si mismo,
eso solo hizo que me ruborizara.-
---
-No se si oí mal, o escuche a alguien hablar de una
exposición?-dijo mi madre mientras alzaba una ceja.-
-Oh si, perdón madre, debiste de haber
sido la primera en saber, pero con la visita inesperada del Sr. Harrison, no te
pude decir. Mi primera exposición será dentro de dos semanas-dije
tranquilamente.
-mi madre empezó a gritar de la
emoción, vaya…ella parecía la joven aquí.- ¡HIJA! ESTOY TAN ORGULLOSA DE TI! OH
MI PEQUEÑA, ELLIE! ESTO ES ALGO SUMAMENTE GRANDIOSO-decía mi madre mientras me
abrazaba fuertemente.-¿Por qué no estas emocionada?-dijo mi madre intrigada.-
-Ya me emocione mucho en la
tarde…tanto que me desmaye-dije
-¿Qué?, oh Stella-estaba enojada.- ya
no me dices nada, pues bien, mañana, señorita iras a primera hora con el doctor
Norman, a que te haga una revisión, no quiero que te enfermes antes de tu gran
noche-dijo mi madre sonriendo.-
-Bien madre-dije de mala gana, genial,
primero Tom y ahora ella –y es que odiaba los doctores, hospitales,
inyecciones…todo eso. Y era porque la muerte de mi abuelito me había dejado
aquel trauma…desde su muerte nunca me ha gustado pisar un hospital o un
consultorio…y a los doctores de cierta forma, les tengo un poco de rencor,
aunque ellos hicieron lo posible, no pudieron salvar a mi adorado abuelo.-
¿Mama? Me puedo quedar a dormir hoy?-dije de la nada
-Claro, hija, pero ¿Por qué?-dijo mi
madre intrigada
-Porque me gustaría que me acompañaras
a ver al Doctor Norman, y aparte estoy exhausta, tanto que no creo poder
caminar hasta mi casa-dije con una media sonrisa. Sonaba tonto que a los
diecinueve años quisiera que mi madre me acompañara al doctor, pero es que me
sentía mas protegida de cualquier daño.
-Por supuesto que si, pequeña Ellie,
iré contigo-y diciendo esto mi madre, me fui a la que alguna vez fue mi
habitación y me recosté en aquella cama donde había soñado con ser una pintora
famosa…quien diría que estaba a unas semanas de exponer mi arte por primera
vez…quien sabe que podría pasar. En algún momento mis pensamientos fueron a dar
hasta Harrison, y descubrí que su padre me había agradado mucho-aunque viví
mucho tiempo en Liverpool, jamás había visto a su padre, siempre estaba
trabajando o había salido.- pude ver sus hermosos ojos café, de nuevo, aunque
haya sido a través de su padre…eran hermosos y sumamente misteriosos y…
¡ROBERTS! Lo estas haciendo de nuevo,
por supuesto que no eran hermosos, simplemente eran…misteriosos quizá, el enano
no producía ningún efecto en mi…no había aclarado que era lo que sentía por el
aun…no debía de complicarme mas…lo cual me recordaba algo
Blake.
Genial…otro… bueno el no era enano,
pero era un estúpido. El muy cobarde se había ido después de besarme…y no
asistiría a mi exposición –al pensar en esto sentí una punzada de ¿dolor? En el
estomago.- en realidad, muy en el fondo…me hubiera gustado que estuviera allí.
Pensando en esos dos, me dormí…ahora
ya no era uno el que me robaba el sueño, eran dos.
---
Fui al doctor y este me dijo que solo
estaba fatigada, que debía de comer mejor y descansar mucho también, porque si
no le hacia caso, mis desmayos serian mas frecuentes y la mala alimentación me causaría
un cuadro anémico.
Las dos semanas que faltaban para mi
exposición pasaron volando…les había avisado a los chicos pero estos me dijeron
que no podrían ir, los chicos tenían mucho trabajo en La Caverna y Joan estaba
a punto de terminar su curso, mientras que Marie tenia todos los días trabajo.
Me entristecía el saber que mis amigos no estarían allí…pero tenia que dar lo
mejor de mi.
-Mama, ¿así me veo bien?-le dije a mi
madre para que diera un vistazo a mi atuendo. Pantalones, una remera sencilla,
un abrigo, una bufanda y unos zapatos cómodos y de suela lisa. Nada que ver con
lo que se estaba utilizando, en lo que a ropa se refiere.
-¿Estas bromeando, Ellie?-me dijo mi
madre sorprendida, negué con mi cabeza.- lo supuse…que bueno que te compre
esto-dijo sacando una caja del armario.- pruébatelo y déjame ver como te queda.
Abrí la caja y me encontré con hermoso
vestido que me entallaba perfectamente, era de un morado intenso con adornos de
encaje negro en forma de flores, era a medio hombro y me llegaba a la rodilla,
era simplemente hermoso. Mi madre siempre había sido muy femenina y tenia buen
gusto para esas cosas. Pero, todo se iría al demonio…no tenia unas zapatillas
que combinaran con el vestido.
-También te compre esto-dijo mi madre
mientras me daba otra caja, la abrí y pude encontrar unas zapatillas negras de
tacón semi-alto, que se amarraban en el tobillo, formando un moño discreto pero
elegante…vaya! Mi madre si que pensaba en todo.
Como yo no sabia de esas cosas de
maquillaje, mi madre de nuevo me auxilio, me maquillo los ojos con sombra y me
delineo los ojos y al final me puse un tono de labial muy ligero, casi no se
notaba, al igual que todo mi maquillaje, era sobrio solamente. Me hice una
especie de coleta, y la amarre con una cinta negra. Me mire en el espejo y vi a
alguien totalmente diferente…no me agradaba mucho, pero solo seria por una
noche.
-Te ves preciosa-me dijo mi madre,
casi llorando.-
-reí.- vamos, mama, no es que me vaya
a casar, solo tendré una exposición de arte.
-Para mi esto es mas emocionante aun,
porque estas cumpliendo tus sueños-y entonces ante tal tiernas palabras, le di
un fuerte abrazo.
Baje las escaleras y me encontré con
mi padre esperándonos a mi madre y a mi, para irnos a la galería.
-Ellie, pequeña, te ves hermosa-dijo
mientras besaba mi frente
-Gracias, papa-dije tomando su mano
para ir al coche.
---
Llegamos a la galería y entonces me
puse nerviosa…y mi almuerzo quería salirse de mi estomago. Las personas ya
habían llegado, había cientos de ellas. Cuando llegue todos me voltearon a ver,
de no ser porque mi padre me tenia tomada de la mano, me hubiera caído en ese
mismo instante.
-Ellie! te estábamos esperando…vaya,
que linda te ves hoy-dijo Tom saludándome.-
-me sonroje.- Gracias, Tom
-Ven, tenemos que ir con el Sr.
Richards-entonces llegamos al encuentro con el Sr. Richards-un señor de mediana
edad, un poco mas grande que mi padre, habían estudiado juntos, aunque Robert
era de un curso superior, era un persona sumamente entusiasta, no sabia nada de
arte, pero “el dinero le sobraba” y por eso decidió abrir la galería y
contratar a Tom. Yo lo conocía desde que era una pequeña, pues su amistad con
mi padre siempre fue muy estrecha.-
-Esta pintura es grandiosa.-dijo el
Sr. Richards mientras señalaba una de mis obras.- sabia que tenias talento,
Ellie.
-Gracias, Señor-dije sonriendo
-Rob ¿Cómo has estado?-dijo mi padre
saludando a su amigo.
-Ah, Joe, hay muchas cosas que
conversar esta vez-dijo Richards mientras sonreía divertidamente.-
---
Empecé a conversar con la gente que
había llegado a mi exposición, les di las gracias, les hable un poco de la
inspiración detrás de las obras, las cosas usuales…también me tomaron algunas
fotografías junto con mis obras, los fotógrafos que habían llegado de algunos
periódicos locales-cosa que me sorprendió mucho, no pensé que se fijaran en mi
trabajo.- Finalmente pude presenciar una de mis pinturas yo sola-para ser
específicos era la del Paseo para recordar, segunda edición, si se puede llamar
de esa forma, pues la versión original la poseía mi madre, que la tenia colgada
orgullosamente, encima de la chimenea de la sala, en su casa. Estaba sumida en
mis pensamientos cuando sentí que alguien tomaba mi mano fuertemente.
-Esa es mi favorita ¿sabes?-me dijo
una voz mas que familiar.-
-¿Qué haces aquí?-dije
sorprendida…aunque tratando de simular indiferencia.-
-¿Crees que me lo perdería? ¡No me lo
perdería por nada del mundo!-dijo Daniel dándome una sonrisa muy grande, que
casi me hizo olvidar mi enojo…pero no lo logro.
-Me alegro que te gusten-dije
dispuesta a irme, pero me agarro del brazo fuertemente.-
-Lamento el haberme ido así, Ellie, te
lo compensare, te lo prometo-dijo Daniel arrepentido.-
-No tienes que compensarme nada…no
tenias porque decirme nada, al fin y al cabo es tu vida-dije fríamente.
-Yo creo que si debí de decirte…mas
después de lo del.. b-e- beso-dijo titubeante y pude observar que estaba
ruborizado, y me pude fijar en su atuendo, era un pantalón negro con un abrigo
de cuello alto y mangas largas, del mismo color, todo contrastaba con su
hermosos ojos azules.
-Olvida que sucedió-dije igualmente de
avergonzada.-
-Ojala y pudiera-dijo casi en un
susurro.- te ves hermosa esta noche-dijo sonriéndome
-oh…gracias –dije de nuevo,
ruborizada.-
Y el solo me volvió a sonreír…esa
sonrisa que solo él tenia.
De repente, me sentía como una idiota,
porque al ver esa sonrisa, sentía que ya no había nadie cerca de nosotros, solo
éramos el y yo.
Vaya, Roberts, eres increíble, estas
en tu exposición, la primera…algo que nunca se repetirá y tu te fijas en el
bobo alto de ojos azules.
Eres increíble, quizá demasiado.
---OMFG! DD: hahahhahah Ellie ya conocio a su suegro, digo... al Sr. Harrison *-* hahahahaha! C: gracias por leer T-T ¿porque ya no comentan? /: enserio chicas si veo que esto sigue asi, pues creo que cancelaré la novela mejor /: & ya :S bueno tengo un dolor de cabeza de los mil demonios! hasta luego!
No me puedes hacer esto ¡¡¿Cancelar la novela?!! ¿Y que si nadie comentara? Tu novela seguiría siendo genial.Ademas ¡¡Yo si comento!! Comentare tonterías pero la intención es lo que cuenta XD
ResponderEliminarBlake es tan lindo *-*
vos dejás la novela y yo te caigo en tu casa con 7 francotiradores! es una amenaza! jajajajajja en serio, yo amo tu nove aunque a veces no comente todos los capitulos, pero te digo algo, todas las noches, tipo 1 o 2 de la mañana de acá, de Argentina, me meto a internet con el celular, solo para leer tu nove porque se que seguro que publicaste, para mi es como un cuento antes de dormirme, porque despues de leer el capi ya me duermo jajaja
ResponderEliminarasi que no canceles nada!!!
Oh no la canceles! Me gusta mucho tu fic! Es una de mís favoritas, eres muy buena escritora c: sube pronto! Me encanto el cap!
ResponderEliminarTE DIJE QUE LA GENTE NO QUERÍA QUE LA CANCELARAS, CITLA! :D Ves ves ves tenía razón wuuuu! okno .__. No podés cancelarla, a muchas o muchos(nunca se sabe) nos encaanta tu nove! Tenés que dejarla en serio, y seguir escribiendo porque lo hacés grandioso!!
ResponderEliminarMe encantó este cap, esta muuy bno! Blake *__*
:( NO QUIERO A DAN, QUIERO A GEORGE jum!
ResponderEliminarEstupido y sensual Daniel *o*
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