Capítulo 10: Evento inesperado…e inicio de algo sorprendente…o quizá no tanto.

                                                                                                                                                                                                                             -Y Thompson, ¿Cómo has estado?-dijo John amablemente con una sonrisa en sus labios.

Y eso fue lo sorprendente, pero es que ellos se O D I A B A N , bueno por la parte de John nunca lo supe bien, a veces creía que le seguía al juego a Joan, por que en realidad le divertía toda la situación. Pues si yo estaba sorprendida, Joan lo estaba más. Nunca le hablaba, siempre que estábamos todos juntos se ignoraban el uno al otro. Y esto era extraño…muy extraño, quizá John ya estaba desesperado de la tensión que había en la sala.

-Joan, ¿estas bien?-dijo John al ver que no le respondió su pregunta.-

-Si, Lennon, me encuentro bien.- dijo Joan indiferente tratando de ocultar lo sorprendida que estaba.- Y he estado bien, gracias

-Vaya, no es para tanto que te hable de vez en cuando.-dijo mientras sonrio. Al parecer el intento de Joan de que no se notará lo sorprendida que estaba, no funciono.-

-No es por eso Lennon –dijo Joan

-O te pones así porque secretamente te atraígo, eh Thompson?-dijo John con una sonrisa picara.-

-Por supuesto que no, yo jámas me fijaría en una…-Joan buscaba las palabras.- cosa como tu, porque humano no creo que seas, eres un inmaduro, tonto y egocéntrico.-dijo Joan con cierto rubor en sus mejillas, cosa que solo yo note, pues estaba sentada a su lado, y era muy leve. Extraño…nunca pensé que Joan era de tipo de chicas que se sonrojara y mucho menos por un comentario de….¿John?.

-Bueno, bueno-dijo John divertido.- No…-Y su frase se vio interrumpida porque Marie salio de la habitación de Paul, con una gran sonrisa. Inmediatamente Joan y yo entramos a saludarlo y a desearle todo lo mejor y una pronta recuperación.

Nos despedimos del sr. McCartney y de Paul, por un momento pensé que lo mas seguro era que Harrison se fuera de allí junto con nosotras, pero el dijo que se quedaría a hacerle compañía a Paul un rato mas. Y entonces por alguna razón, me sentí…mal. Y no sabia porque, yo nunca le hablaba, ni nada por el estilo, pero quizá no me molestaba tanto su presencia en nuestro camino de regreso a casa. Mis pensamientos se vieron interrumpidos por John:

-Bueno, chicas, nos vemos mañana-dijo John con una sonrisa y a todas nos dio un beso en la mejilla. Si…incluyendo a Joan, que quedo esta vez , quedo estupefacta.

Y Lennon lo notaria…de nuevo.

-Vamos, Thompson, no me mates-dijo haciendo como que tenia mucho miedo.- No te pongas así. –dijo riendo.-

-Y Joan de lo sorprendida que estaba,de nuevo, solo pudo susurrar.- Por que?

-¿Por qué?-dijo John riendo.- pues, porque a lo contrario de lo que tu crees, yo no te odio, ni me desagradas, quizá es todo lo contrario…Hasta luego.-dijo mientras nos decía adiós y se encaminaba a su casa.-

Marie y yo no sabíamos que decir. Todo era muy extraño… y mas que nada la reacción de Joan, yo pense que lo iba a golpear en cuestión de minutos, pero solo se quedo allí, no se podía mover de la impresión. Quiza había algo allí.

Pero ya se hacia tarde, y luego habría tiempo para descubrir que era eso.

Caminamos en silencio la mayor parte del trayecto, Marie no decía nada porque iba pensando en Paul y a ella se le dibujaba una sonrisa tan grande como la luna que nos iluminaba. Joan también iba sumida en sus pensamientos…me pregunto si alguien llamado John y apellidado Lennon había entrado en su cabeza y empezó a confundir todos los sentimientos y pensamientos de Joan. Y yo… yo solo iba caminando mirando a la nada, y si…ese enano de Harrison venia a mi mente de nuevo. Era su tonta mirada! Tan penetrante pero que reflejaban la simplicidad de su alma, no sabia que pasaba conmigo, necesitaba controlar mis pensamientos. DEBIA hacerlo. Joan se despidió y nuestra respuesta fue un silencioso “hasta luego”. Y asi Marie y yo seguimos nuestro camino y solo nos miramos cuando entraba cada quien a su casa.

-Ah sido un dia muy interesante-dijo Marie sonriendo.-

-No es necesario mencionarlo-dije mientras reía. Y asi las dos nos adentramos a nuestros hogares.

Esa noche después de Harrison se fue, y su papa se había ido a dormir. Paul abrió el regalo que Marie le había llevado.

Lo abrió como si se tratara del objeto mas frágil de mundo. Y finalmente, lo vio.

Era hermoso, un hermoso retrato de él, a lápiz, en una hoja blanca, no había borrones o algo parecido, era precioso. Y Paul por un momento pensó que era todo, pero después pudo ver la carta de Marie. Ansiosamente Paul la empezó a leer:

Querido Paul:

Sé que estas palabras y el retrato que te obsequie {que fue obra de Ellie, no mía, pero es como si yo hubiera hecho…si supiera dibujar tan bien como ella, claro esta} no bastan y nunca bastaran para decirte lo mucho que te agradezco lo que hiciste por mi. Desde hoy en adelante eres mi…héroe y mi salvador. Y te pido disculpas si en algún momento te trate mal o con indiferencia, no sabia que clase de persona eras, y quizá te juzgue mal…muy mal. Pero esto ah abierto mis ojos y espero que de ahora en adelante podamos ser muy buenos amigos. Sé que así será.

Te podría decir más, pero como ya lo mencione, nunca bastaría.

Con sincero amor, afecto & mucho agradecimiento…

Marie K.

Era breve y concisa, pero para Paul era mucho mas que eso. Tan siquiera ahora veía la posibilidad de ser amigos, aunque el no quería eso…quería algo mas.

Deseaba amarla…quería amarla.

Y asi Paul, se fue a dormir, no podía estar más feliz. Tenia una herida en el abdomen y dolía como el mismísimo infierno, pero todo había sido por Marie, asi que no importaba, y esa carta había hecho que se olvidara del dolor.

Se durmió con una sonrisa en su cara, anhelando por volverla a ver.