sábado, 7 de enero de 2012

Capitulo 2: Marie, Joan y personas normales… o eso creía.


Estaba en mi habitación soñando, cuando escuche que la puerta se abrió, y en el reloj marcaban las 6 de la tarde en punto, debía de ser mi padre llegando de la firma de abogados a la que pertenecía. Baje rápido las escaleras, y efectivamente allí estaba mi padre, cansado, sentándose en el sofá.

-Buenas tardes, papá, quieres que te sirva un poco de té? –Dije tratando de ayudar a mi cansado y viejo padre.-

-Buenas tardes, mi pequeña Ellie –solo él me podía decir pequeña y hacer que se dibujara una sonrisa en mi rostro, pero claro Jason lo arruinaba cuando para todo me decía: “ven aquí, pequeña Ellie, que la tiara no se te vaya a caer”, a modo de burla por supuesto.- Y no gracias, no quiero té, y donde esta tu madre?- me pregunto alzando una ceja.-

-Fue a presentarse con los vecinos-dije mientras le ayudaba con su maletín –

-Ah, bueno, entonces la esperaré, mientras escucharé la radio, ¿Y donde esta Jason? –me pregunto intrigado.-

-Esta durmiendo en su habitación –dije –

-Ah, claro, ese holgazán, no resiste nada –río- y dime, pequeña, cuando empiezas a ir a ese colegio tan prestigiado? –Lo último lo decía con un tono exagerado.-

-Pues, de prestigiado no tiene nada, pero si, es muy bueno, empiezo la semana que viene.

-Estas nerviosa? –Me dijo con intriga.-

-No, bueno… no lo sé, no conozco a nadie y es así como un nuevo comienzo, pero todo estará bien –tenia que ser así, pensé.-

-Bueno, de seguro te ira muy bien, eso no lo dudes, tu siempre has sido un muy buena estudiante.

-Si, gracias papá –y dicho esto le di un beso en la mejilla y me fui a mi habitación a recostarme un rato, y dormí hasta el día siguiente.-

Desperté con los rayos del sol de un precioso domingo, entrando por mi ventana. Me vestí y rápidamente baje para desayunar con mi familia, aunque mi padre, ya había salido desde muy temprano a su trabajo, si, hasta en domingo trabajaba. No cabe duda que el ser abogado es una profesión muy demandante. Me levante y mi madre estaba ya sirviendo los platos.

-Buenos días, mamá –parecía que estaba haciendo panquecillos.- huele delicioso

-Buenos días, Ellie, ah y gracias, he estado levantada desde temprano para hacer esta nueva receta, pero por favor, ve a arreglarte, que todavía les falta un poco & hazme el favor de levantar a Jason.

-Si mamá, -y antes de irme le pregunté- ¿Cómo te fue anoche, te presentaste con los vecinos?
-Ah, si hija –sonrió, parecía que le había ido muy bien- todos fueron muy amables, en especial la Sra. Louise que vive, alado derecho y la Sra. Elizabeth, que vive alado izquierdo, por cierto ella tiene una hija y creo que de tu edad y si no me equivoco también asistirá al mismo colegio que tu, se llama…-vacilo un poco- ah, ya recuerdo, se llama Marie, Marie Kenneally. Deberías de conocerla, se ve que es muy amigable, o así me pareció, además te hará bien tener una amiga, así ya no estarás tan sola –dijo con una sonrisa.-

-Bueno, quizá lo haga, mamá, pero te obedeceré y me arreglare y después a despertar al torpe –me miro con cara de reprobación- perdón –dibuje una sonrisa falsa- a mi querido hermano mayor, Jason. –Y diciendo esto subí a mi habitación y me arregle y después fui a despertar a Jason, cosa que nunca es fácil, pues siempre decía: ‘Enana, no quiero y NO ME VOY a levantar’ pero al final terminaba despertando.

Desayune los deliciosos panquecillos que mi madre hizo, y de allí termine de arreglar unas cosas para la escuela, y otras más que habían quedado sin desempacar. Y el día transcurrió sin nada importante, excepto que mi hermano hizo enojar a mi madre, y logro que a los 19 años, lo castigaran y lo mandarán a su habitación hasta la III Guerra Mundial.

Estaba muy aburrida, sin nada que hacer, entonces vi que en unos minutos iba a ponerse el sol. Entonces decidí salir y sentarme en las escaleras de mi casa. Y allí estaba cuando escuche un muy animoso…
-Hola! –me dijo una chica de cabello largo color negro, cuyos grandes ojos tenia puesto en mi-

-Hola- dije tímidamente

-río- Tú eres la hija de la Sra. Roberts, ¿cierto?

-Si, así es –me daba un poco de temor, por la forma en que me hablaba parecía que ya me conocía.-

-río de nuevo y esta vez mas fuerte.- no tengas miedo, no te raptaré, Me llamo Marie , Marie Kenneally y soy tu vecina –dijo mientras me ofrecía su mano para que la estrechara y me dedicaba una cálida sonrisa.-

-Ah, disculpa, yo no sabia –dije avergonzada, estrechando su mano y después recordé que se trataba de la chica que mi madre me había dicho hoy en el desayuno.- Bueno, yo me llamo Stella, Stella Roberts, pero me conocen mayormente como Ellie. –Le dije mientras le correspondía a su sonrisa.-

-Ah bueno, Ellie, mucho gusto, ¿quieres uno? –Me dijo mientras me ofrecía lo que parecía ser un panqué.- están recién hechos, mi madre los hace y no es por nada, pero saben deliciosos.

-Pues, dame uno –dije mientras tomaba el panqué, y comía un pedazo, en realidad sabia muy rico.- esta rico, muy rico –dije mientras ella me sonreía.-

-Y vienes de Londres, cierto?

-Si, de allí vengo –dije un poco triste y Marie lo notaria.-

-Oh, no te sientas mal, ya veras que te acostumbraras rápido, esto no es mejor que Londres, claro, pero es muy hogareño y acogedor, además conocerás gente nueva. Oí a tu mamá decirle a la mía, que asistirás este semestre al Colegio de Artes, me equivoco?

-No, no te equivocas, mi madre me comento de ti y me dijo que tu también asistes, es cierto?

-Si, así es –sonrió.- y mira… -vacilo un poco.- nos podemos ir juntas, si así lo deseas, pero claro si quieres, sino solo dime que no y todo estará bien –sonrió divertida.-

-No, me gustaría mucho que nos fuéramos juntas –sonreí.-

-Muy bien, entonces a las 7:30 nos vemos aquí, pero mientras eso pasa, que tal si me cuentas de ti, Chica de Londres, Stella, mejor conocida como Ellie- pensó un poco- debo decirlo, me gusta mucho tu sobrenombre. –sonrió.-

-Es una historia muy graciosa, cuando nací, me pusieron Stella por mi abuela que no tenia mucho de haber fallecido, pero después mis padres se dieron cuenta de que era un nombre un poco maduro para una niña, y entonces decidieron llamarme Ellie, y bueno nunca los escucho decirme Stella, a menos que estén en verdad enojados –reí.- y bueno, Marie, que quieres saber de mi?

-Todo, pero vayámonos por partes –Y diciendo esto sonrió y empezó su “interrogatorio”



Converse mucho con Marie esa tarde, tanto que mi padre llego y se la presente, y me quede un rato mas en las escaleras platicando con ella. Hablamos de todo, de donde habíamos nacido, que era diferente de Londres & Liverpool, de mi anterior escuela, de mis amigos, de los suyos, y de nuestros pasatiempos y Gustos. Descubrí que Marie era muy amigable y risueña, y también me entere de que ella estaba en el curso de Fotografía de el Colegio de Artes, cosa que me entristeció, puesto que solo nos podríamos ver en recesos, y salidas. Y también me dijo que amaba la música, quizá tanto como yo.

Y en esa tarde conocí a Marie, la que más tarde se convertiría en mi mejor amiga.



Después de hablar con Marie toda la tarde, salude a mi papá, que tenía una sonrisa muy grande como diciendo “Le dije que pronto conseguiría amigos” y subí a mi habitación a pensar en todo lo que había platicado con Marie.

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Y Desperté, era un lunes por la mañana, pero este era especial porque seria mi primer lunes en Liverpool y la primera vez que iría al Colegio de Artes.

-Buenos días mamá, papá –por ser tan temprano encontré a mi padre terminando de desayunar.-

-Buenos días, hija –dijeron al unísono.-

-Lista para tu primer día, cariño? –me dijo mi papa sonriente.-

-Pues, supongo que si –dije con una media sonrisa.-

-Tranquila, pequeña Ellie, todo irá bien, ya veras

-Si, espero y así sea –dije con una sonrisa y me senté a desayunar, mi papa se despidió y entonces mi madre me pregunto.-

-Te iras con la jovencita Kenneally, cierto?

-Si, así es mamá- dije mientras comía, después subí y me cambie, me puse un abrigo y una bufanda, pues había mucho frio y al Salir ya lista de mí recamara…-

-Buenos días, enana, ¿ya te vas al reclusorio que llaman colegio?-dijo Jason.-

-Si, torpe, ya me voy, no hagas que mamá muera de un coraje por favor – y diciendo esto me baje y me despedí de mi mamá, y escuche un muy silencioso ‘suerte, enana’ por parte de mi hermano. Al salir me encontré con Marie, esperándome en la puerta, ella también estaba abrigada.-

-Buenos días, Marie –dije sonriente.- vamos

-Buenos días, Ellie – y así nos pusimos a caminar cuando ..-

-Hola, Marie –dijo un chico mientras se le veía apresurado, salía rápidamente de su casa y encaminaba su trayecto.-

-Hola…-dijo Marie, pero no término su frase pues el chico desapareció.-

Marie no pareció tomarle importancia y seguimos nuestros trayecto hasta el colegio, que no era muy largo, en el camino Marie me dijo algunos de sus “consejos” para que me fuera bien. Llegamos y en la entrada vimos a una chica esbelta, fumando, con pelo corto negro y una chaqueta de cuero. Me daba la impresión de que era peligrosa y… peor aun caminaba hacia nosotros. Pero de repente el rostro de la chica se ilumino con una gran sonrisa.

-Marie! Hola! –dijo mientras la abrazaba.- cuanto tiempo! Sin verte

-Hola, Joan!, si lo se ha pasado tanto desde que nos vimos, las vacaciones no fueron las mismas sin ti, y como te fue en tus vacaciones en Escocia? –dijo muy animada, Marie, y en que esperaba que Joan contestara la pregunta de Marie, vi que ella me observaba cautelosamente.- Ah, claro, perdón, que maleducada soy, Ellie esta es Joan, Joan Thompson, y Joan, esta es Stella, Stella Roberts.

-Mucho gusto Stella –me dijo Joan, en realidad ya no parecía tan peligrosa, mientras estrechaba mi mano.-

-Mucho gusto, Joan, me llamo Stella, pero puedes decir Ellie, todos me conocen por ese sobrenombre.- dije tímidamente, como ella parecía tan ruda, supuse que se burlaría de un sobrenombre tan infantil y cursi como era el de Ellie.-

-Ah, entonces, mucho gusto Ellie, es lindo –dijo mientras me daba una gran sonrisa. En la cual no percibí nada de burla o sarcasmo.-

-Bueno, vamos-dijo Marie alegre de que Joan y yo nos empezáramos a llevar mas que bien.-

-Y que estudias aquí, Joan? –le pregunte.-

-Ah, estudio Pintura, y tu? –Era genial, aunque hubiera preferido tener a Marie en mi clase, solo porque la conocía un poco mas, me alegraba el tener a Joan en mi clase.-

-Ella también llevará pintura, Jo-dijo divertida Marie.- Y no me contaste como te fue en escocia –dijo mientras entrabamos al colegio.-

-No me digas Jo, Mar- dijo irritada pero divertida.- y! eso es genial, ellie! Estaremos en la misma clase, yo te ayudare en lo que necesites –me dijo sonriendo y yo me sentí aliviada de no estar tan sola.- Y me fue muy bien gracias, Marie –prosiguió- visite muchos lugares y todo fue tan hermoso y… –sonó la campana para entrar a clases – bueno luego te contaré, mientras me voy con Ellie, nos vemos en el receso, eh Marie?

-Si, Joan, nos vemos en el receso y por favor cuida mucho a Ellie!-dijo, mas bien grito mientras se encaminaba a su clase y nos decía adiós con un ademán.-

Por estar conversando con las chicas, no note que el edificio era muy bonito, barroco y un poco rustico, pero acogedor. Lo pude apreciar en el transcurso en que llegábamos a nuestra clase.

-Bueno, entremos a la morgue –dijo una divertida Joan. Y solo sonreí y encontré a muchos jóvenes de todos tipos y tamaños.-

-Bueno, Ellie, será mejor que te sientes enfrente para prestar atención, porque atrás es un completo desastre, me gustaría sentarme a tu lado, pero solo queda un puesto, pero me sentare cerca, ¿esta bien?, no tengas miedo, yo te cuido, o bueno algo así –dijo mientras reía y se marchaba.-

Y aunque me había sentado enfrente, me sentía bien, puesto que vi que lo que decía Joan era cierto, atrás de la clase era un completo desastre, conversaban demasiado y era imposible oír algo desde allá. Pero bueno, era por el profesor Franklin, que era un señor no muy alto con lentes redondos y muy poco cabello en su cabeza. Era muy torpe y por eso todos le hacían bromas de mal gusto, y bueno, a pesar de eso era un buen maestro, cuando su clase termino, me preparaba para irme cuando…

-Hola, disculpa, me podrías prestar tu lápiz? –Me dijo una voz femenina muy dulce.-

-Ah claro, aquí esta – me volteé y vi a una chica de mi estatura pero quizá uno o dos años mayor, con pelo rubio y una sonrisa muy ancha y cálida.-

-Toma, aquí esta, muchas gracias, me sacaste de un apuro-sonrió.- pero que mal educada soy, ¿Cómo te llamas? Me parece que eres nueva.-dijo devolviéndome mi lápiz y sonriendo una vez mas.-

-Me llamo Stella, Stella Roberts, pero me puedes decir Ellie.

-Ah mucho gusto Ellie, yo soy Cynthia… Cynthia Powell

Y así me sonrió cálidamente y nos fuimos a la siguiente clase…
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Capitulo largo (: o eso creo e.e' ^^

cuz' i couldn't stand the pain ♥

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