Capítulo 93: De Berlín, Hamburgo y Recuerdos

Todo quedo listo para mi exposición en Berlín después de todo, los chicos seguían de gira por Europa y solo se tomarían tres o cuatro días de descanso antes de ir a Australia y continuar con la gira del ’64. Marie decidió acompañarme, y Joan se quedo en Inglaterra porque no quería acompañar a John en la gira, por miedo al acoso de la prensa hacia ella y hacia el pequeño Julian –aunque Brian le dijo en varias ocasiones que le darían el mejor cuidado y que nadie los molestaría…en realidad yo creía que quería quedarse por el hecho de que Patricia se había quedado sola y estaba triste porque ya no vería al idiota de Harrison…

-Excelente-dijo Föhner, el socio de el señor Palmer-

-¿Realmente lo cree?-dije alzando una ceja, había preparado una exposición con solo diez piezas, en lugar de mis clásicas doce…-

-Si, me gusta mucho, es clásico pero tiene cierto aire de actualidad, es muy bello Señorita Roberts-dijo y se marcho…los alemanes eran así…-

-¿Le gusto?-me pregunto Marie acercándose a mi.-

-Me ha dicho que si ¿te ha ido bien?-pregunte

-Si, he tomado bastantes fotografías –dijo sonriéndome-

-¿Terminaste con tus requeridas 35 para la exposición en París?-pregunte alzando una ceja-

-Así es-dijo sin perder la sonrisa-

-¿Estas muy feliz, cierto?-dije riendo-

-Es que mañana ya llega Paul, y ya lo quiero ver-dijo

-Pero no te has separado de el ni una semana-dije

-Pero lo extraño-dijo Marie sonriendo-

-Me alegro que sigan juntos-dije sinceramente-

-Gracias, Ellie, sé que tu lo hiciste entrar en razón…-dijo dándome un abrazo, el mas sincero que había recibido hasta ahora-

-¿Lo agradeces? Si tu eres como mi hermana, Marie, no dejaría que fueras infeliz…haría todo lo posible por ti, porque te quiero mucho-dije sonriendo-

-Gracias-dijo sin dejar de abrazarme-

---

-¡Ellssssssssssssssssssssssssssssssssss!-dijo Lennon entrando a la galería.

-Tonto-dije sonriendo-

-¿Cómo va todo?-pregunto Paul-

-Bien, bien-dije, pero ignoro mi respuesta porque en cuanto vio a Marie fue corriendo a abrazarla, besarla…cosas de novios.- ¿Cómo va la gira?

-Estamos hecho una mierda, pero va bien-dijo Ringo riendo-

-¿Cómo van los gritos de sus fans?-dije maliciosamente, sabia que a Lennon y a Harrison eran a los que mas les molestaba el hecho de que sus adoradas fans gritaran tanto en sus conciertos.-

-Las chicas tienen buenas gargantas-dijo Harrison paseándose por toda la galería examinando mi trabajo…-

-reí- ¿Cuándo van a Hamburgo?

-Mañana, después de tu exposición, ¿es hoy, cierto?-dijo Lennon-

-Si, es hoy-dije- en menos de una hora.-empecé a hiperventilar…tenia mucho miedo, la critica me destrozaría, estaba segura dirían que era un desastre…-

-Les gustara-dijo Harrison sonriendo de una manera muy amable…de seguro había percibido mi nerviosismo.-

-Gracias-fue todo lo que le pude decir.-

---

La exposición se daba y todos parecían complacidos, en mas de una ocasión algún critico solo me dedicaba una mirada severa y se limitaban a decirme un “Buen trabajo” pero nada mas y con eso debía de considerarme muy afortunada, porque no me podían decir nada mas amable…

-Hermoso-dijo un hombre regordete con ojos color azul recubiertos por unas gruesas gafas.-

-Gracias-dije sonriendo, aparte de Marie y los chicos, nadie me había dirigido un cumplido así acerca de mis obras-

-Me recuerda tanto a un estudiante mio…lastima que su talento se desperdicio-dijo el señor con un semblante de pena en sus ojos-

-¿Qué paso con el?-pregunte intrigada.-

-Falleció, muy joven el pobre chico…-dijo el señor- Pobre Sutcliffe, hubiera tenido un brillante futuro como pintor, era demasiado bueno.

Sutcliffe, había dicho Sutcliffe…hablaba de Stuart…de la impresión mi vaso lleno de Champagne se me cayo de las manos y la gente que estaba a nuestro alrededor se nos quedo viendo…

-¿Habla de Stuart Sutcliffe?-pregunte con tono nervioso…-

-Así es…¿Lo conoció?-me pregunto el señor muy sorprendido-

-Fue mi amigo-dije sonriendo melancólicamente-¿Cómo lo conoció?

-Le daba clases de Arte-dijo el señor, es cierto, cuando Stu decidió quedarse en Hamburgo para estar con Astrid, este dijo que retomaría sus estudios de Arte en el mejor colegio, los maestros de Liverpool lo recomendarían…-

-sonreí-Era un gran artista, en eso estamos de acuerdo.

-Su trabajo, señorita Roberts, tiene algo que me recuerda a él…no sabría decirle en que, pero hay algo del Señor Sutcliffe aquí, en su obra-dijo

-¿Lo dice enserio?-pregunte con cierto brillo en mis ojos-

-No bromeo, Señorita-dijo el señor dándome una sonrisa cálida-

Entonces en Berlín había recibido el mejor de los cumplidos, el mejor de los halagos, ni cientos de críticos dándome su buena critica podrían superar aquel sencillo comentario…habían comparado mi trabajo con el de Stu, y habían pensado que se parecían…Stu que siempre había sido mi modelo a seguir, un excelente compañero y un gran amigo y un talentoso joven…sentía que las lagrimas llegaban a mis ojos, pero las detuve…eran de emoción y alegría, porque creía que aunque Stu hubiera fallecido hacia unos años ya, el seguía con nosotros de una manera u otra.

De inmediato en mi cabeza surgieron millones de recuerdos relacionados con Stuart, como lo había conocido junto con Cyn, en como Marie siempre decía lo buen artista que era, el que se sintiera atraído hacia Joan, cuando me consoló por estar llorando…por todo…

---

-¿Entonces…?-pregunte ansiosamente cuando vi llegar a Brian, le había comentado a Lennon acerca de Jason y este me dijo que me ayudaría, pero claro su definición de ayudar era Decirle a Brian que hiciera cierta cosa…-

-dudo- Me puse en contacto con toda la gente de Berlín, Ellie, desde firmas de contadores –para lo que Jason estudio pero que jamás ejerció- hasta con electricistas, y nada…no hay ningún Jason Roberts, bueno si…encontré como a 5 pero ninguno era tu hermano, uno era ex – militar de 67 años, otro era un chico de 13 años y los demás no eran siquiera de Inglaterra, lo lamento-me dijo

-Oh-fue todo lo que pude decir, en verdad me sentía mal, sabia que quizá no encontraría a Jason, pero pensé que quizá había una pequeña esperanza…-

-No te preocupes, Ells, veras que daremos con el, no importa que –dijo Lennon tratando de animarme.

Neil nos llevo desde el hotel en donde nos hospedábamos hasta Hamburgo, el viaje ocurrió sin ningún incidente, me toco sentarme al lado de Marie, Harrison y Paul mientras que Ringo iba en el asiento del copiloto, había otro auto en donde iban Mal Evans, Brian y John.

-¿Hiciste eso?-pregunto Ringo volteando a ver a Harrison, yo estaba con mi mirada clavada en la ventana, viendo todo aquel bello paisaje, no podía evitar pensar en la vez que fui hacia ya unos años con Nattie, Marie y Joan…-

-Si-dijo Harrison sonriendo-

-¿Hacer que?-pregunto Marie alzando una ceja mientras Paul le rodeaba los hombros con un brazo-

-Antes de venir aquí, Le pedí a Pattie que se mudara conmigo-dijo Harrison rebozando de felicidad. No pude evitar el voltear a verlo bruscamente y mis ojos se toparon con los suyos…no me dijo nada y sentí aquella mirada…aquella mirada que había visto por primera vez en Liverpool, cuando un grupo llamado The Quarrymen tocaba en los pequeños pubs de la zona…-

-Felicidades-me limite a decir de mala gana, cuando vi la felicidad que los ojos de Harrison demostraban sentí algo extraño en mi interior, un sentimiento que no puedo explicar, me sentí ¿Triste? No, de seguro era otra cosa, pero después de escuchar aquella declaración me sentí aun mas miserable de lo normal, pero no entendía porque…quizá era porque a pesar de todo, Harrison era una buena persona y sentía que se merecía a alguien mejor que Pattie, aunque yo no podía decidir sobre su vida amorosa, si él quería estar con ella, era su decisión.

-Que bien-dijo Marie igualmente de mala gana-

-Me alegro, George-dijo Paul sonriendo-

---

Finalmente llegamos a Hamburgo, aquella ciudad gris pero al mismo tiempo excitante nos volvía a abrir las puertas.

-Se siente como una segunda casa ¿No?-dijo Ringo-

-Así es-dijimos todos-

Llegamos a la zona en donde vivía Astrid, no había cambiado de residencia desde que Stu vivía con ella…me preguntaba como es que podía luchar contra el dolor día tras días, ella amaba a Stu locamente y su dolor era mil veces mas grandes que el de nosotros…quizá el único que podría entenderla sería John…

-Pasen-dijo Astrid con su acento gracioso, el que siempre había tenido-

-Hola Astrid-dije saludándola y esta me correspondió con un tierno abrazo-

-Me alegro de verte de nuevo, Ellie, eres sensación en toda Europa, leí que apenas ayer tuviste tu exposición en Berlín ¿Cierto?

-Así es-dije sonriendo- Es un gusto verte, Astrid.

-¡Hola!-dijeron Paul y Marie-

-Chicos-dijo Astrid abrazándolos, después de ellos Ringo y George le dieron también un cálido abrazo…note que John había preferido sentarse en un rincón y ponerse a fumar un cigarrillo, Astrid también lo noto y camino hacia él, se sentó a un lado y le planto un beso en la mejilla- Hola, John

-Hola, Astrid-dijo John con una sonrisa amarga…estaba contemplando una de las pinturas que Astrid tenia en su pared…era de Stu- Es linda.

-Es una de las últimas-dijo Astrid con mirada triste-

-Maldito cabrón, si no se hubiera ido antes de tiempo…hubiera sido tan exitoso como Ellie-dijo John entre un tono de broma y un tono de seriedad-

-Incluso más-me limite a decir-

-Gracias por venir, hacia tiempo que ya no se acordaban de mi-dijo Astrid sonriendo-

-¡Como crees eso!-dijo George- Jamás te hemos olvidado, Astrid, siempre habíamos querido venir a verte, pero la agenda, tu sabes toda esa mierda nos lo impedía-

-Oh, George, tu siempre tan dulce-dijo Astrid sonriendo, siempre le había tenido un gran cariño al enano, por la dulzura que este le inspiraba, al ser el menor de todos.

---

Astrid nos invito a almorzar y fue algo muy agradable, tratamos de convivir como siempre aunque nos faltara Stuart. Astrid no había dejado la fotografía y se la paso conversando con Marie –quien le estaba diciendo de su nuevo trabajo y su próxima exposición en París-

-Astrid…-dije por lo bajo, quería pedirle algo pero también estaba el miedo de que me lo negara…-

-Dime, Ellie-dijo Astrid sonriendo-

-¿Hay alguna posibilidad de que pueda ver el salón en donde pintaba Stu?-pregunte tímidamente-

-¿Por qué quieres…?-me pregunto John-

-Yo no tuve la oportunidad de despedirme de Stuart, como ustedes-dije seriamente, era algo que siempre lo llevaba en la mente…nunca me despedí correctamente de él-

-Tienes razón, por supuesto que puedes verlo, Ellie-me dijo Astrid sonriéndome.

Astrid me llevo hacia la habitación, no parecía abandonada como creí, habían cientos de pinturas y pinceles de todos los grados y todos los materiales, había una pintura en medio de la sala, estaba incompleta, era hermosa, muy hermosa. Cerré mis ojos y solo me concentre en la esencia del lugar, para mi, el lugar donde pintaba era sumamente personal y me imagine que igual lo ha de haber sido para Stuart. Entonces recordé la ultima conversación que había tenido con el…

-Sabes, Ellie, terminare de estudiar, aquí.-dijo Stuart muy entusiasmado.-

-¿Enserio, Stu? ¡Eso es magnifico!-dije emocionada.- pero… ¿Qué pasara con la banda…podrás con la escuela y esto?-dije intrigada.-

-Pues… yo dejare la banda, Ellie, quiero terminar la escuela y dedicarme a lo que amo, que es el arte, además Astrid y yo vamos a casarnos-dijo mientras la miraba con unos llenos de amor…no mas.-  No me necesitan, soy pésimo-rio.- creo que Paul y yo terminaremos matándonos un día de estos, el es quien debería de tocar el bajo

-Bueno…yo te apoyo en lo que decidas Stu… me alegro de que tu y Astrid vayan a casarse-dije mientras sonreía.-

-Gracias, Ellie-dijo mientras tomaba mi mano de manera protectora.- Gracias.

Yo solo me limite a asentir, me gustaría encontrar a ese alguien para compartir mi vida, como el lo habia encontrado con Astrid.

-Adiós-fue todo lo que pude decir y Salí de aquel bello lugar, ya me había despedido de Stu como era debido, jamás lo olvidaría, siempre estaría en mi corazón.

---

-John-dijo Astrid con una caja en sus manos-

-¿Qué sucede?-dijo Lennon-

-Había querido darte esto desde hace ya unos años, pero no tenia el valor…bueno, mas bien tenia miedo de tu reacción, creo que ya estas preparado-dijo Astrid sacando un sobre de la caja que tenia.-

-¿Qué es eso?-pregunte

-Toma, esta es la última carta que Stuart escribió para ti, nunca la pudo mandar…-dijo Astrid dándole la dichosa carta a Lennon. Vi como se tenso, como se pasaba las manos por su cabello, sentí que la rechazaría se enojaría y saldría enojado…-

-¿Estas segura?-pregunto alzando una ceja-

-Por supuesto, Stuart hubiera querido que la tuvieras-dijo Astrid-

-Gracias, muchas Gracias-dijo Lennon sonriendo sinceramente y metiéndose la carta en uno de sus bolsillos. Ese era mi chico, estaba orgullosa de él.

---

-¿No quieres que te acompañe?-pregunto Marie-

-No, Marie, estaré bien-dije riendo-

-Esta bien, pero ponte un suéter que hace frio y no regreses tarde-dijo cruzando los brazos-

-Joder, pareces mi madre, Marie-dije riendo-

-Es enserio Ellie-dijo

-Bien, bien-dije saliendo de la casa de Astrid, había decidido que sin duda tenia que ir a ver los muelles, quería ver aquel bello atardecer, así como años antes había visto un amanecer, la noche en que Jason se fue, Cyn abandono a Lennon…

Llegue y me senté en la misma banca en que me había sentado en aquel amanecer, aun la recordaba –por extraño que suene- me senté y contemple el horizonte, no podía creer que tantas cosas en mi vida fueran tan diferentes, la primera vez que fui a Hamburgo no era nadie, solo era una egresada de un colegio de Artes y ahora ya era una artista reconocida internacionalmente, exitosa y talentosa –quizá-, aquella vez estaba sola y ahora tenia a Daniel con el cual me complementaba y me sentía bien.

Entonces tuve otro recuerdo…aquella mañana cuando lloraba inconsolablemente, había visto la silueta de Harrison y este no había hecho mas que marcharse…y me había dolido muchísimo, ahora ya no era un enano –aunque para mi siempre lo iba a ser- y ahora era un exitoso guitarrista de una exitosa banda –la mas grande, me atrevía a decir- aquel vecino de ojos misteriosos, cuya familia era adorable… ahora era un hombre de veintiún años que tenia a todas las mujeres a sus pies. Sonreí al recordar cuando me había ido de Hamburgo de regreso a Liverpool y este me había dado una carta de disculpa –nunca entendí porque lo hizo- y recordé el brazalete –mire mi muñeca- jamás me había quitado aquel brazalete, era muy bonito y me gustaba mucho, pregunto si el notaria que siempre lo llevaba conmigo

Vaya que habíamos cambiado.

No solo Harrison y yo, sino todos…habíamos crecido y madurado. Nuestras aventuras de adolescencia, ahora solo se quedaban en recuerdos.

Recuerdos.

---

La foto se la robe a Ayee! :B hahah es que me gusto y si,  son Stu y Astrid :B oows que capítulo más melancólico...pero prepáranse que se vienen mas gruesos c: comenten! C: